Servir como plan de crecimiento integral
La Universidad Adventista el Plata (UAP), a través del Servicio
Voluntario Adventista (SVA), brinda oportunidades de desarrollo personal
y profesional a sus alumnos que invierten sus dones en la excelencia y
el servicio.
Durante las últimas semanas cinco jóvenes representativos del
estudiantado de este Campus universitario partieron como voluntarios
hacia diferentes lugares del mundo para experimentar el servicio,
durante un año, y así acrecentar su experiencia como potenciales
profesionales y, como hijos de Dios, deseosos de compartir un mensaje
con buenas noticias.
De esa forma, Elian Lehoux, Sofía Devetter y
Matías Pérez, estudiantes de la UAP, junto a Natalia Díaz, joven
argentina, partieron rumbo a «La Ventana 10/40» para desempeñarse como
voluntarios. Este lugar del mundo comprende una vasta región de países
en donde el cristianismo aún no puede alcanzar con el mensaje
evangélico. Este nombre resulta porque el núcleo de habitantes de esta
parte del planeta vive en un espacio rectangular, en forma de ventana,
frecuentemente llamado “El Cinturón Resistente” y que se extiende desde
el Oeste de África al Este de Asia, desde el grado diez hasta el grado
cuarenta al norte del Ecuador. En este espacio geográfico se encuentran
los más grandes grupos musulmanes, hindúes, y budistas.
Así
también, la Lic. Lucía Chávez, graduada de la UAP, viajó hacia Brasil
donde servirá como nutricionista voluntaria durante este año; y Guido
Cruz, alumno de la Universidad, viajó hacia los EE. UU. para desarrollar
su voluntariado en Blue Mountain Academy.
"Hablar sobre esta experiencia que la Universidad propone junto al SVA
para su alumnado es una marca reconocida en todo el mundo –explica el
Pr. Lucas Muñoz, coordinador del equipo de Capellanía y del área del
SVA
que funciona en la UAP–. Los estudiantes que experimentan esta
oportunidad de servir naturalizan este legado. Esta vivencia les permite
crecer en lo personal, profesional y en su experiencia espiritual pues,
al involucrarse en estos planes pueden poner en práctica su vocación,
activar de una manera más íntima la conexión con Dios, transformándose
en una cantera de bendiciones que alimentan sus vidas y la de aquellos
con los que se relacionan".
Cada estudiante voluntario aprovecha esta oportunidad y, a la vez, abre
puertas para que otros como él puedan adquirir esta experiencia
invaluable. En este sentido, podemos afirmar que la
Escuela de Misión
es el pasaporte hacia el mundo para el servicio. "Esta propuesta de
capacitación juega un papel muy importante en este programa –afirma el
Pr. Muñoz–. Cada clase presencial como virtual acercan a cada
participante, nacional como extranjero, a esta posibilidad de prepararse
para el servicio y disfrutarlo, ya sea en el ámbito de influencia
personal, como así también en el transcultural. Es así como cada
herramienta provista en Escuela de Misión es importante y de utilidad
para cada joven que desee ser un voluntario, en cualquier lugar del
mundo".
En 2021 la UAP envió treinta y cuatro estudiantes voluntarios a
diferentes países de cada continente del planeta. Por su parte, la
División Sudamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día hizo lo
propio con 345 personas. "La Universidad provee de un número
significativo de voluntarios que, año a año, colaboran con el plan que
tiene la IASD en todo el mundo", consigna el coordinador del SVA en la
UAP.
La Universidad ya está accionando el plan para 2022 y que es continuar
con la propuesta de Escuela de Misión y aprovechar las oportunidades que
permite el trabajo mancomunado con el SVA. "Invito a cada joven o
adulto que esté interesado en servir como voluntario a sumarse a esta
propuesta de capacitación y formación en el servicio, que lo haga. No
incumbe el lugar, lo importante es formar parte del equipo que Dios
desea utilizar para su gran obra, donde él lo necesite", concluyó el Pr.
Muñoz.
En octubre de 2022, en Brasil, se realizará una nueva edición del programa I Will Go,
plan que surgió en la UAP y que hoy la IASD adoptó como proyecto para
todo el mundo. El objetivo primordial de IWG es preparar, capacitar y
motivar a cada persona para que sea una luz de bendición para su
comunidad, donde quiera que esté.
El ambiente que se respira en
este campus confesional, y que palpita entre los jóvenes de esta
universidad, se traduce en el legado institucional que acompaña la
impronta de cada estudiante y graduado de la UAP de servir con
excelencia y servicio en su círculo de influencia, en todos los rincones
del mundo.
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