El bello texto de José Ángel Buesa, musicalizado por Horacio Guaraní como “Canción del adiós”, quizá nunca fue tan hondo y sentido como en la voz de María Helena.
Me queda tu sonrisa grabada en el recuerdo
y el corazón me dice que no te olvidaré…
…pero te digo adiós para toda la vida
aunque toda la vida siga pensando en ti.
Muchos han pensado eso de María Helena desde hace 51 años. Es que en ella confluyen lo fugaz con lo perdurable, la ternura con la fuerza, lo luminoso con lo trágico. ¿Cómo es posible?
La niña María Kalasakis, nacida en Remedios de Escalada, Buenos Aires, el 4 de agosto de 1946, se convirtió en la festejada cantante María Helena. Su madre Angélica Hisijos, era descendiente de griegos y su padre Jorge Kalasakis, era un griego nacido en la isla de Creta. Elena era, en realidad, el nombre de su hermana mayor, a la que María quiso mucho.
En su colegio religioso de Banfield, María fue una alumna excelente, inquieta, amistosa y muy querida. Allí se recibió de maestra, profesión que no ejerció más que por un año por dedicarse a cantar, su verdadera pasión.
Comenzó su carrera como cantante en 1965, antes de cumplir 19 años. Convocada por el conductor Roberto Galán, se presentó en el programa “Remates Musicales” del Canal 9 de televisión y en Radio El Mundo de Buenos Aires. En el sello CBS Columbia grabó un primer disco simple con las canciones “Ribereña” y “Canto islero”.
María Helena fue “Revelación” del III Festival Nacional de Música del Litoral realizado en el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez de Posadas, Misiones, en 1965. En Marcos Juárez la llamaron “Sol del Litoral”. Se presentó en los mayores festivales del país, pero fue en Misiones donde se la bautizó como “La novia de Posadas” en 1968. Allí la gente que colmaba el anfiteatro no la dejaba retirarse del escenario. Fue “Mejor voz femenina” en un programa de Antonio Carrizo y se lució en los “Sábados Circulares” de Canal 13, conducido por Nicolás “Pipo” Mancera, como también en Radio El Mundo, Radio Nacional y otras emisoras del interior del país.
Eladia Blázquez la describió como “una muchacha inquieta, estudiosa y con auténtica vocación por el canto”. Y acertó al decir: “La canción litoraleña, está plenamente identificada con el metal de su voz; o para decirlo más concretamente, la voz de MARÍA HELENA tiene color de litoral, y tantos matices como el paisaje al que canta”. El músico José Carli dijo de ella que era: “una chica buena, simpática, agradable… que canta bien… tiene ‘ángel’... usa flequillo, es nerviosa, se mueve mucho. Cuando grabamos en el estudio, trae muchos caramelos, chocolates... Puede ser agresiva, dulce, soñadora, tierna, en fin, tiene todo lo que puede llegar a formar una buena cantante”. El conductor Julio Marbiz declamó, como en un poema: “Cuando pasan los cantores se quedan solos los pueblos y la lluvia es bienvenida en los sembrados. Tras la fiesta la vida continúa. Pero en Misiones cuando pasan los cantores, la voz de una muchacha florece cada mañana en la tierra colorada”.
María Helena
La novia de Posadas
Por la juventud y pueblo
de
Misiones
Como ofrenda de cariño
Perenne admiración
28-11-1970