Cómo es el portaaviones USS George Washington, la fortaleza flotante que llegó a la Argentina

El Portaaviones USS G. Washintong en aguas de la plataforma argentina (foto NSUWorks).

La poderosa nave de la Armada de Estados Unidos ya se encuentra navegando en aguas jurisdiccionales argentinas. Está considerada como una de los mejores del mundo.

Para fortalecer la alianza que el presidente Javier Milei pregona con los Estados Unidos, ya está en aguas jurisdiccionales de nuestro país el portaaviones nuclear norteamericano USS George Washington, uno de los más grandes y eficientes en su tipo.

La nave participará de unas maniobras conjuntas con barcos, helicópteros y aviones de la Armada Nacional. De todos modos, no está previsto que amarre en ningún puerto argentino durante estas prácticas militares en el mar argentino.

Cómo es la fortaleza flotante que está en la Argentina
El USS George Washington es uno de los 11 portaaviones nucleares en servicio en los Estados Unidos. Pertenece a los clasificados dentro de la serie Nimitz, con una eslora de 332,8 metros (más de tres cuadras de largo), pesa más de 100.000 toneladas y llega con una dotación de 5400 marinos. Por sus características y dimensiones, ningún puerto del país está en condiciones de que pueda tenerlo como huésped. Además, viene acompañado por un destructor y un buque logístico.

Los buques de la clase Nimitz son los más especiales de la flota norteamericana, los más grandes, de mayor arsenal y, sobre todo, se impulsan y funcionan gracias a la energía nuclear.

El USS Washington llega como con la denominación CVN-73. Con las letras CV se explica que es un portaaviones (“Carrier Vessel”) y la “N” alude a su equipamiento nuclear. Finalmente, el número marca la posición que ocupa en la construcción de este tipo de naves desde el primero que fue botado.

El portaaviones USS Washington, una fortaleza sobre el agua (Foto: gentileza NHH).

Fue construido por Newport News Shipbuilding y fue asignado el 4 de julio de 1992. Esta fortaleza flotante tiene varias características que lo convierten en una pieza muy valiosa pese a su relativa antigüedad. Equipado con dos reactores nucleares, puede estar tres años navegando sin necesidad de reabastecerse.

La capacidad del portaaviones lo transforma en una herramienta clave para la defensa y el ataque en el mar (Foto: gentileza NHH).

Tiene en su cubierta, bajo la pista, la capacidad para albergar a 90 aviones de distinto tipo. Un moderno sistema ayuda al despegue, superior al tradicional tipo “catapulta” empleado por la mayoría de los buques de su clase.

Un incendio muy costoso
En el año 2008, el USS Washington participó del operativo Unitas en el Atlántico sur junto a Brasil y la Argentina. Atravesó por el sur hacia el océano Pacífico. Pero en ese océano, el portaaviones norteamericano sufrió un incendio importante, por lo que debió regresar a su base en North Island, California, para su reparación. Los daños fueron mayores a los descritos originalmente, por lo que la reparación se demoró y tuvo un costo final de más de 70 millones de dólares.

Luego de esa reparación integral, el portaaviones tiene calculada una vida útil para 25 años más.

Otro de los temas que han preocupado a la marina norteamericana son los casos de suicidios que se produjeron por la gran cantidad de tiempo que pasa la tripulación embarcada sin ser relevada.

Capacidad operativa del portaaviones
Puede llevar 90 aviones en depósito, además de los que están siempre preparados en cubierta (unos 16). Los diferentes tipos de aviones hacen que el portaaviones se pueda utilizar tanto para ataque como para la defensa de una escuadra. Además, tiene lanzadores de misiles especializados para interceptar aviones o atacar a otros barcos. Lleva un equipo que también lo hace muy útil para la lucha contra submarinos. Incluso, entre sus adelantos tecnológicos, cuenta con la capacidad de interrumpir o interferir en el funcionamiento de radares enemigos.

El costo de producción de estos portaaviones de la clase Nimitz (como el Washington) es de unos 4.500 millones de dólares, el equivalente de varias de las cuotas que el FMI desembolsó periódicamente a la Argentina.

(A24 Por Roberto Adrián Maidana)

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