Fue en la ciudad de Pinto, a 235 kilómetros de la capital provincial. Se ve a hombres, mujeres y niños cubiertos de sangre, en plena tarea de faena de los animales que habían muerto en el accidente. Se llevaban pedazos en bolsas, cajas o sobre sus hombros.

Por el impacto, pocos animales se salvaron: algunos escaparon y otros fueron sacrificados y faenados en el lugar por personas que asaltaron el vehículo tras el accidente.

El hecho ocurrió el lunes al mediodía, pero las fotos y videos se conocieron en las últimas horas y comenzaron a circular en las redes sociales.
En cuestión de minutos, varios vecinos con cuchillos empezaron a carnear los animales, algunos de ellos atrapados en los hierros y la madera de la jaula que los transportaba.

El impacto de la locomotora del tren fue casi en la mitad del camión, prácticamente partiéndolo en dos.
El ganado provenía de la estancia “Los Jagüeles”, de la localidad de Tostado, provincia de Santa Fe.