Caída de histórica encina en Plaza 1° de Mayo
“Fue un día muy triste”.- Tras la caída de la histórica encina ubicada en Plaza 1° de Mayo, el ingeniero Jorge Galván, técnico de la Dirección de Parques y Paseos explicó los motivos del hecho y brindó detalles del trabajo realizado en el añoso ejemplar.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Galván sostuvo que “el fuerte viento no fue la razón principal de la caída porque no hubo registros en la ciudad de otros árboles caídos, solamente uno en Plaza Sáenz Peña; pero al partirse el árbol encontramos un proceso de descomposición de la madera del tronco principal, que si bien ramifica desde baja altura, es el sostén de toda la copa”.
“Es un proceso de muchos años, evidentemente estaba ingresando agua desde la zona de ramificación del tronco por alguna grieta, y los procesos de los microorganismos fueron produciendo una pudrición –lo que técnicamente llamamos una necrosis de los tejidos- en esa parte más dura del tronco, debilitándolo de tal modo que se partió prácticamente a la mitad”, describió.
“La verdad que nos sorprendió, no esperábamos un escenario así y fue muy triste, máxime que ayer fue el día del empleado municipal; es un árbol muy simbólico para toda la ciudad y para quienes tenemos que ver con los espacios verdes fue un día muy triste”, afirmó.
Agregó que “si bien el árbol está vivo aún, nos plantea muchas dudas y no se ha tomado una decisión final de qué se hará con él. Lo que se hizo ayer fue retirar todo el material caído, que afortunadamente no lesionó a nadie, y los daños fueron mínimos: una luminaria de una farola y el borde del cantero, teniendo en cuenta la magnitud del derrumbe”.
Especificó que “es un árbol de más de 140 años y es muy difícil prever cuánto tiempo más tiene de vida, pero luego de retirar el material se hizo una poda a los efectos de mejorar el equilibrio del árbol porque al partirse a la mitad quedó un gran brazo de palanca con una copa muy desarrollada hacia el lado del Banco Nación dejándole un centro de gravedad muy desplazado”.
“Observamos que hoy presenta algunas características negativas que presenta como el avance de la pudrición a todo el tronco y también un movimiento en el suelo, es decir que tuvo un movimiento de raíces. El árbol sufrió un estrés muy importante sumado a ese proceso infeccioso que tendría unos 30 años”, planteó.
En ese marco, comentó que “este proceso se dio en forma oculta, es una pudrición interna, se observa que hubo un tratamiento hace muchos años donde se rellenó un hueco con cemento, a los efectos de evitar que siguiera ingresando agua, por encima había una capa de hojas en descomposición, guano de ave que tapaba completamente la zona. Recuerdo que aproximadamente unos 10 años o más se hizo una poda sanitaria en unas ramas que se estaban secando y el árbol respondió muy bien”. “Esta herida profunda no se pudo prever, porque no había una lesión visible, al árbol se lo veía bien”, aseguró.
Por otra parte, mencionó que “hay un par de decenas de árboles antiguos en la ciudad; en Plaza de Mayo, frente al banco Bersa hay un ejemplar de ciprés de Lawson que sería de edad similar a esta encina, en el Parque Gazzano hay algunos otros árboles añosos, y probablemente el más antiguo sea el algarrobo de Ameghino y Acebal, donde la historia cuenta que descansó el General Manuel Belgrano en su visita a Paraná que tiene más de 500 años”.
Sobre el algarrobo, contó que “está apuntalado, está tan bien como se puede esperar de un árbol de esa edad. Ha tenido sus altibajos, tuvo alguna vez su derrame y se lo apuntaló y emprolijó. Está cuidado, también por los propios vecinos”.
Por último, en relación con la encina planteó que “después de este derrame estamos alertas y no descartamos consultar a especialistas en el tema para ver qué se hace. Hay opciones, ayer mucha gente se acercó dando sugerencias y opiniones, y se sacarán conclusiones”. Y consideró que el hecho de que la gente viva debajo del árbol “puede afectar porque la compactación alrededor de los árboles no es bueno, porque las raíces respiran, pero en este caso puntual creería que no afectó en nada porque el proceso se dio desde arriba hacia abajo, desde la ramificación bajó internamente por el tronco en un proceso de degradación de hace unos 30 años”. (análisis)